Un buen consejo para doblar las camisas y que no se arruguen, ni los cuellos se deformes es el que ha pasado en mi familia de mi bisabuela a mí abuela, después a mi madre y ahora a mi, el secreto esta en plancharla bien y después abotonarla y doblarla como lo haríamos de manera normal, pero con la camisa mirando hacia arriba, es decir los botones hacia ti, en vez de hacia abajo, y la doblamos como lo hacemos normalmente, primero las mangas y demás y al final queda como cualquier camisa pero con el cuello protegido sobre ella misma. Parece increíble pero os digo que de verdad funciona y ni se arruga ni nada.