Joyas en fibra de carbono

Os pongo un interesante reportaje con el que me encontré el otro día. Por si acaso no se ve bien, os transcribo el texto. Espero que os guste.

[URL=http://208.imageshack.us/my.php?image=revisjoyasprinces asusan.jpg][]http://208.imageshack.us/208/2269/revisjoyasprincesasusan.th.jpg [/][/URL]

[URL=http://99.imageshack.us/my.php?image=revisjoyasprinces asusan.jpg][]http://99.imageshack.us/99/2269/revisjoyasprincesasusan.th.jpg [/][/URL]

[URL=http://99.imageshack.us/my.php?image=revisjoyasprinces asusanr.jpg][]http://99.imageshack.us/99/5357/revisjoyasprincesasusanr.th.jp g[/][/URL]

El texto del artículo (perdón si hay algunas faltas):
La Princesa Susan pone de moda la fibra de carbono en la alta joyería.
Todos conocemos las excelentes cualidades de la fibra de carbono para los vehículos de alto rendimiento, su resistencia y durabilidad, sin embargo en joyería es un material que no ha sido muy usado, pero esa es una tendencia que, probablemente, esté a punto de desaparecer.

Todo comenzó cuando Su Alteza Real la Princesa Susan buscaba un material para sus joyas, debería ser un material noble, de una calidad exquisita pero, el principal requerimiento: tendría que ser de color rojo oscuro, casi carmesí, que es el color favorito de la Princesa y que, además, es el color de su cabello.
La razón es que las habituales joyas de oro o plata creaban en su vestuario habitual un contraste que no le gustaba, dando además demasiado aspecto llamativo, lejos de la imagen de sobriedad que prefiere Su Alteza. De ahí que solo recurriese a ellas en actos oficiales muy determinados.

La Princesa se puso en contacto entonces con un joyero de la familia, el mismo que trabaja en el taller de joyas de la Casa Real, el cual le dio como solución el denominado "oro rojo". Según nos cuenta Juan Villena, un experto joyero, "el oro rojo es oro al que se le ha unido, en aleación, una proporción más o menos elevada de cobre, en torno al XXX por ciento. El problema es que, por mucho cobre que se le añada para conseguir un color rojizo final, el oro resultante no tiene un color rojo, realmente, y aún menos carmesí, sino más bien desde el amarillo oscuro al anaranjado, que es la tonalidad más rojiza que se puede conseguir".
Pero la Princesa no era eso lo que quería, ni mucho menos joyas naranjas, sino joyas de un color fulgurantemente rojo oscuro, con un toque de misterio pero sin perder el brillo de una joya, por ello la siguiente solución que le dio su joyero fue utilizar el óxido de erbio. "El óxido de erbio -nos cuenta de nuevo el señor Villena- se utiliza, entre otras cosas, en óptica y para tintes de diferentes tipos y también de diferente tonalidad". Pero había otro problema: " el producto resultante -continúa Villena- no es rojo, sin embargo, sino más bien rosado. Desconozco el proceso que usaría el artesano joyero, pero seguramente por mucha proporción de óxido de erbio que añada no consiga el carmesí, ni tan siquiera una tonalidad fuerte rojiza".
Pero eso no es todo: el erbio -y, por lo tanto, su óxido- es tóxico, y tanto obtenerlo como su disolución en el medio ambiente causa impactos ecológicos importantes.

Juan Villena nos comenta sobre este tipo de joyas: "las joyas de coral rojo se llevan utilizando en orfebrería desde tiempo inmemorial, ya se encontraron restos de joyas con este tipo de material en tumbas griegas. El problema es que tienen un color rojo muy intenso, y que no puede ser carmesí a menos que se utilicen tintes. Además, no se pueden crear con ellas piezas grandes".
Inconvenientes que no eran pocos, pero, así y todo, hubiera sido una buena opción, según Villena: "es un producto limpio, ecológico... pero quizá demasiado espartano para una Princesa. Personalmente yo no realizaría ni aconsejaría una joya para una persona de la realeza únicamente con coral, sobre todo si éste luego hay que tintarlo, lo que convertiría la pieza en, prácticamente, una burda obra de bisutería media".
Con todos estos razonamientos queda bastante claro cuales fueron algunas de las muchas causas de que el coral rojo también fuese rechazado. Pero ahora ¿que solución había? ¿Debería la Princesa Susan resignarse a usar joyas "clásicas", y no los espectaculares adornos en rojo oscuro con los que soñaba?
La solución surgiría de la forma más imprevista: Susan ya tenía conocimiento de la existencia de relojes de alta gama fabricados con fibra de carbono, así que en una visita a un centro tecnológico de Estados Unidos aprovechó para comentar su caso. Allí se interesaron por su tema y unas semanas más tarde se pusieron en contacto con un experto aeronáutico, que había desarrollado y diseñado componentes para aviones. Éste le prometió a la Princesa que estudiaría seriamente su problema y le daría una solución. El resultado fue que, poco tiempo después, aparecería ante ella con una serie de joyas de diseño, y, todas ellas, en el espectacular color rojo carmesí que buscaba Su Alteza.
Cuentan que Susan quedó asombrada, no sólo por el color, sino por los reflejos de su brillo. Además, las piezas, tan resistentes como el metal, eran ligeras y con un tacto suave y cálido. Por supuesto, también eran hipoalergenicas.
La fórmula del teñido se mantiene en secreto, y, casi todas las piezas que ha encargado la Princesa están basadas en diseños de joyas clásicas o de su familia. Sobre el compuesto de fibra de carbono, el señor Vallena nos explica: "la fibra de carbono es un material innovador, de última generación y con el que se pueden lograr piezas de joyería de una altísima calidad. Sin embargo algunos joyeros discuten todavía que sea realmente de alta joyería, yo, personalmente, creo que sí, y está claro que, tanto por precio como por la dedicación que requiere puede considerarse, al menos alguna piezas, como joyería de enorme exclusividad. Si en la época en las que muchas joyas de familias reales, realizadas en materiales como el oro o el marfil, hubiera existido la fibra de carbono, es indudable que se hubieran realizado en ése material. En este sentido la Princesa Susan no sólo ha sido claramente visionaria, sino innovadora".
Sobre el color rojizo conseguido, Juan Villena nos dice: "el principal inconveniente de tintar una determinada pieza de fibra de carbono es el riesgo que se corre de que ésta pierda cualidades, como la resistencia, principalmente. Está claro que el proceso que se sigue para la realización de joyas de éste tipo para una Princesa debe ser muy exclusivo, pero también, indudablemente, caro, lo que sin duda colabora y mucho a aumentar el valor de la joya".
En la actualidad, y gracias a Susan, no sólo han comenzado determinados joyeros y diseñadores a incorporar joyas en fibra de carbono en sus colecciones y desfiles, sino que, cada vez más, el público las reclama: "se está notando un aumento considerable de demanda de éste tipo de joyas entre los clientes, así como una mayor oferta en el catálogo de algunos proveedores" - nos cuenta el joyero Juan Villena, que finalmente señala: - "no puede afirmarse con rotundidad que todo el boom de la joyería en fibra de carbono sea debido a la Princesa, pero sí es innegable que su uso por parte de ella ha hecho que las personas se sientan más atraídas por éste estupendo material".